domingo, 12 de febrero de 2012

Breves 7

¿Por qué los literatos repelen a los guionistas?
A Roberto Bolaño le parecía un horror escribir teleseries, y la sociedad no te considera escritor a menos que escribas novelas. ¿Por qué se nos desprecia de ese modo? Una explicación podría ser que se nos ve como vendidos al servicio de las multinacionales de la televisión y el cine (¡ojalá!). Pero cuando veo que grandes autores van de la mano de inmensos grupos editoriales, me pregunto, ¿quién compra y vende a quién?

Otra explicación podría ser nuestro amor a la cultura pop y la consecuente ignorancia e incultura que se nos adjudica, porque claro, para ell*s (l*s dizque literatos) el pop es sinónimo de popcorn, de popstar, de populachero… ¿Y? Ell*s sí son meros clasistas de caspa peinada ‘pa tras. En secreto, en reuniones o fiestas del mundillo literario, much*s de est*s que publican con Planeta o con Herralde me han preguntado cómo podrían hacerle para meterse a escribir guiones, no sé si por necesidad económica o por placer. Mi respuesta siempre fue la misma y mamona: escribiendo.

¿Por qué l*s guionistas saturamos la televisión de tetas, de mujeres que se casan y de telenovelas?
Difícil pregunta que me hace una joven guionista que tengo detrás de mí. Las dos respuestas más fáciles son porque lo quiere el productor o, porque lo quiere el público. ¿Y yo qué quiero como escritor? Trabajar. Vivir de esto, aprender a hacerlo mejor cada día. ¿Pero podemos cambiar las cosas? No si los tiempos no nos acompañan. Podemos forzar un poco el cambio en el sentido de que podemos sacar cada día menos tetas y menos telenovela que subyugue la libertad de la mujer en nuestros guiones, pero, ¿qué hay de malo en exhibir lo que una parte de la feminidad desea como modelo?
No debe ser fácil ser mujer y ver la tele y que no se te antoje operarte las chichis, o casarte con un príncipe azul después de mucho llorar por tu desgracia existencial. Si la televisión es el reflejo de la sociedad o si la sociedad es el reflejo de la tele, es un debate estéril. 
La tele es entretenimiento, cultura, aburrimiento gratis pagado por la publicidad, y a partir de ahí, todo cabe. Y a la que no le guste, dios mío, mejor cambia de canal o apaga tu reproductor de ondas catódicas. O mejor aún, contrátame y escribimos lo que tú quieras ver. J
¿Por qué la reiteración de estados sicotrópicos entre nosotros?
      El tocayo Aarón Sorkin, estrella mediática del mundo del guión estadounidense, al ser detenido recientemente con cocaína, hongos alucinógenos y mariguana en un aeropuerto internacional, declaró respecto a su adicción a todo tipo de drogas, que lo que más le preocupaba era el mal ejemplo que le estaba dando a su hija de nueve años, cuando ésta se enterara vía internet del vicio de su padre.
       Salvando un mar de distancia, yo mimo publiqué en el pasado un par de artículos en este blog sobre el tema de el consumo de efectos especiales. Aquí y aquíAhora me encuentro en rehabilitación desde hace un par de meses.
            De mis amig*s guionistas, quien no es un drogadicto es un alcohólico o las dos cosas a la vez. Quien no está enganchado al poker es medio cleptómano y se roba hasta los lápices de las oficinas de producción. Quien no se siente un místico tocado por el fuego del Arcángel San Gabriel, es un fascista recalcitrante y un machista del copón. 
               Quien no ama las armas y espera con ansia la llegada de la tercera guerra mundial, se pone de malas porque su mujer se acerque a darle un beso cuando está escribiendo. Estoy rodeado de maniáticos, de susceptibles, de pejilleros (y pajilleros), ¿tan difícil nos es encontrar el equilibrio, o es que vivir del drama es vivir en el drama constante?
            Pero hay vicios peores en l*s guionistas, y además, vicios que nos llevan irremediablemente a la tristeza: la soberbia desmedida, la jactancia, la vanagloria, soledades que se enfrentan a la amistad entre iguales. La avaricia…la ira…buscar culpables, vengarse… ¡La envidia!

¿Cuáles son los trucos más estúpidos de los guionistas?
Repetir un diálogo al principio y al final de la película, idear caracteres con peculiaridades distintivas: cojera, ceguera, tartamudez…, crear más y más personajes nuevos (normalmente trillados) por no saber qué escribir, generar tramas forzadas, escribir voces en off explicativas: ¡cuánta monotonía!, los aleatorios y otra vez explicativos saltos en el tiempo y en el espacio que sólo llenan hojas y hojas de guión, las elipsis temporales para no enfrentar los conflictos cara a cara, ¡y los finales abiertos!

  ¿Tenemos l*s guionistas suficiente toma de tierra?
            O sea, que si tenemos los pies sobre la tierra. La respuesta es NO, las descargas nos achicharran el cerebro y el corazón. Si la tuviéramos, nos dedicaríamos a otra cosa menos sufrida, aunque menos placentera también. Siendo presas fáciles de la relatividad como somos, quién sabe hasta cuándo no dure esto de contar cuentos y si ser guionista no será el principio de alguna enfermedad peor.

¿En dónde se encuentra el estilo de un guión?
            De lo general a lo particular, creo que: En el género, en la descripción, en los espacios y puntos y aparte, en la atmósfera (ritmo y mood), en la revelación y soluciones a conflictos (sorpresas), en los diálogos…y en el final. Ahí creo que se puede ver la huella dactilar de un escritor. 
       ¿Y en los personajes no? Cualquiera diría: …me encanta el estilo de personajes que elige tal o cual guionista. Creo que ese debate es como el del huevo y la gallina: el estilo de los personajes se demuestra andando, en la construcción, en la evolución de su carácter, no en ellos en sí. Y antes de sonar sofista o algo peor (lingüista), me despido con la mayor brevedad y el mayor de los estilos: ¡La vida es breve, o escribes o te escriben! Suerte a tod*s y cada un* en la chamba que esté desarrollando.

2 comentarios:

Lola Lagata dijo...

ahhhh! pero todos esos guionistas y sus universos internos, hasta se antoja ser uno. Trillados temas, clichés, personajes repetidos...pero cómo nos encanta vernos. Es que nuestra condición -humana- es la que se repite, somos eso que una y otra vez queremos ver, aunque con distintos modos, tonos, desarrollos.

Que siga la escritura, las, todas, que se disfrutan. Buenos aires Inquilino y mejores chambas :)

El inquilino dijo...

Gracias Lola, tus letras me arañan...miau.

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